Desde hace tiempo me aficcioné a tejer juguetes y adornos. Dar este paso ha sido un upgrade. No creí que seguiría más de unas semanas, pero ya llevo años dedicada al crochet (o como le dicen en España, hacer ganchillo). Seguro que hay quien diría que esto es un hobby de abuela, pero viendo a lo que se dedica la gente más joven, no tengo nada que lamentar.
Es más, me encanta. Especialmente por lo satisfactorio que es vestir algo que tú misma has hecho durante semanas. Por la sensación de progreso al ver el hogar y el armario que van adquiriendo tus propias creaciones. «¿De qué marca es ese top que llevas puesto, Sasha?» «Es de la marca ‘Sasha’, hecho a mano por mí misma».
Por supuesto, nada de esto habría sido posible sin la ayuda de Natasha, que es la maestra y gran artista en este mundillo del crochet, a quien hay que darle un porcentaje del mérito. Bastante. ¡Gracias!
