Hace días que regresé a España y no he tenido tiempo ni de abrir la maleta. Un regreso agridulce que me hizo reflexionar en muchas cosas. La mitad de mi vida está en Rusia y la otra mitad en España. Quiero ser lo más positiva posible y por ello en vez de pensar en el gatito que dejo en casa de mis padres, pensaré en el gatito que vuelvo a recoger aquí, que está más gordito que nunca. Me dijeron que estuvo bien alimentado y que no pasó hambre, y está claro que no he sido engañada en eso. Pero ahora me tocará ponerlo a base de dieta y ejercicio porque si no, no voy a poder siguiera cogerlo en brazos. ¡Maldita sea!
Otra de las cosas más maravillosas que me sucedió allí fue haber conocido personalmente a Natasha Kazarova, con quien hoy tenemos el directo en conjunto. Quisimos tenerlo en Rusia, pero desafortunadamente ya no podemos emitir desde allí, sólo si se invita desde otro país, como estamos haciendo hoy.
Estamos bien, estoy bien. Pero desde hace semanas sé que se avecinan grandes cambios en mi vida y estoy intentando hacer lo mejor posible para sentar las bases. Necesito trabajar como sea, y no por cuestiones económicas, sino porque tengo que tener la mente ocupada en algo. La vida de jubilada no es para mí. Tengo todavía mucho que hacer, ofrecer, conocer… ¡Y vídeos que editar! Pronto habrá muchos. Os agradezco anticipadamente por la espera y la paciencia. ¡Muchos saludos para todos!